lunes, 28 de mayo de 2012

Derechos de autor, ¿qué hacemos con ellos?





Ya se que quizás no es la corriente actual, ni algo a lo que se le tenga demasiado respeto, pero yo siempre he valorado el esfuerzo creativo, y me ha parecido natural que existan unos derechos que protejan a los que invierten su tiempo, a veces su vida, en crear.

La creatividad no es algo que abunde. Crear, aparte de inspiración, requiere enormes dosis de esfuerzo y trabajo. Siempre me sorprende la dedicación y las horas que le meten los artistas. Las grandes obras no suelen surgir de alguien que se dedica a la buena vida, esperando la chispa de la inspiración para crear algo en cuatro patadas. Más bien todo lo contrario, seguramente llevados por la pasión en lo que hacen, es normal que estén entregados en cuerpo y alma a su trabajo, a veces más allá de lo sano o recomendable. Muchos incluso tienen estrictos horarios.

Hoy vivimos en la cultura del copia pega, todo free, retwitt fácil, cuando no plagio descarado; es muy sencillo y requiere poco esfuerzo. Y se quiere imponer con la fuerza de la mayoría y la tecnología. Esto a mí me parece al menos discutible. Hay sitios donde la cultura de la gente hace que ni siquiera tengas que cerrar tu casa con llave; en otros ni mil cerrojos te libran del asalto. No es sólo un tema sólo de derecho a la propiedad, tiene que ver con el respeto a los demás.

También es cierto que los defensores del todo free y el acceso universal plantean argumentos originales, novedosos y atractivos. Argumentos seductores de ruptura con el pasado.

Hace ya un tiempo escribí el post ¿Quieres vender más?, tu sabes hacerlo en el que incluí una inspiradísima viñeta de Bernardo Erlich , que ya utilizaba frecuentemente en formación a comerciales. Para hacerlo le escribí un e-mail a Bernardo explicándole el uso que quería darle a esta píldora de genialidad. Amablemente me contestó que adelante. Para mí fue un acto de respeto ante la propiedad de otro a pesar de que tenía todas las herramientas para no solicitar permiso y seguramente no me hubiera causado ningún problema futuro.

Sin plantearme nada en ese momento nombré la imagen del post "Bernardo Erlich". Hoy buscas en google su nombre y la segunda imagen de "imágenes de Bernardo Erlich" enlaza con mi blog. Me alegro de haber hecho el esfuerzo y de haber tenido la paciencia de esperar la respuesta de Bernardo antes de publicar.

Las cosas bien hechas suelen traer satisfacciones a la larga. Las chapuzas suelen pagarse caro con el tiempo.

¿Piensas que los derechos de autor se deberían protejer más? ¿Quizás eliminarse radicalmente?