lunes, 11 de agosto de 2014

Un análisis externo de tu marketing puede alumbrar las soluciones que necesitas





Publi. Para estar en la élite necesitas la visión externa de los mejores expertos

Hasta los mejores deportistas individuales disponen de un equipo de apoyo. La visión externa es imprescindible. Resulta interesante cómo un tenista de élite se deja arengar por su entrenador en medio de un partido, le refuerza las áreas en las las que tiene que seguir apretando, "sigue así", y en las que debe rectificar, "cambia esto", y le da apoyo anímico "a por todas". Y funciona. Desde dentro, concentrados en la pelea del momento, vemos una serie de cosas muy restringidas; necesitamos nuestra concentración para pegar el golpe en cada instante, pero debido a esa concentración nos perdemos mucha información del entorno. Los mejores entrenadores de fútbol destacan por saber "leer el partido", identificar qué cosas se deben cambiar para mejorar, y es sorprendente cómo con los cambios adecuados un partido puede tomar un rumbo radicalmente distinto.



Si siempre entrenamos y jugamos contra la misma persona, cuando nos toque cambiar de oponentes lo vamos a tener difícil. En las empresas nos vemos normalmente envueltos en un entorno concreto, en un mercado, con unos ciertos productos, con unas reglas del juego. Acabamos haciendo muchas cosas porque en un momento dado funcionaron, las aprendimos a hacer así y nos olvidamos de que pueden existir muchas otras y mejores maneras de solucionar un problema concreto. Si nos batimos en entornos distintos tendremos una mayor amplitud de miras, podremos lidiar mejor con el efecto orejeras, y relativizaremos más los problemas.

Una experiencia diversa da visión de rayos x

Comencé mi vida profesional en soporte técnico a ventas en una multinacional, relacionándome con compañeros y clientes de distintos países. En nuestras oficinas había varios compañeros de procedencia internacional. Se podía percibir claramente que aquellos que habían trabajado en otros países eran simplemente mejores. Para empezar solían tener una actitud distinta y mucho más abierta a la hora de enfrentarse a cualquier tarea o problema. Y no tenía que ver con la formación, porque luego he podido comprobar, en mis experiencias internacionales en distintos países, que mi formación era con frecuencia superior a la de mis compañeros, y era muy valorado por mis conocimientos y flexibilidad en los proyectos.

Estar permanentemente en el centro del huracán, expuesto a nuevos proyectos de distintas características da una apertura de miras, y una riqueza a la hora de diseñar modelos y soluciones que difícilmente se consigue de otra manera. Aquí está el valor de los consultores. Un profesional de marketing experimentado, con capacidad de adaptación, que diseñe planes de marketing y ventas para distintas empresas, está acostumbrado a crear soluciones distintas y a manejar una gran diversidad de herramientas; incluso con una hora de análisis del marketing de una empresa será capaz de "leer el partido" e identificar cambios eficaces realizando propuestas valiosas. Esa imprescindible visión externa puede aportar nuevas soluciones que no conocías y apuntar caminos que estaban ahí y que "cómo puede ser que no hubieras visto". Por eso una habilidad imprescindible de un consultor es saber percibir la individualidad de cada empresa para dar soluciones adaptadas, utilizando la tecno-artesanía.

Si quieres estar en la élite necesitas a los mejores expertos, y una visión externa es imprescindible para validar tus estrategias y alumbrar nuevas soluciones que te hagan más competitivo.

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